Análisis de la Modificación del Código Urbanístico de CABA
Presentación
El objetivo principal de este documento es proporcionar una mirada crítica sobre el proceso de modificación y actualización del Código Urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires (CUR). Se busca reflejar las acciones y propuestas realizadas por el área de Planeamiento Urbano, destacando tanto los avances como los obstáculos encontrados. Además, se conforma como una base de datos que servirá como referencia para futuras propuestas de modificación normativa.
Crecimiento y densificación urbana
Históricamente, el crecimiento urbano ha oscilado entre la ciudad compacta y la ciudad dispersa, cada una implicando políticas urbanas y modelos con costos económicos, urbanos y sociales distintos. Esta dicotomía también se refleja en la elección del transporte (público o privado) y en la preferencia por la iniciativa pública o privada en el equipamiento, infraestructura y ordenamiento urbano.
En las últimas décadas, la expansión del suelo urbano, principalmente residencial, ha avanzado desde la CABA hacia los municipios cercanos. Sin embargo, existe consenso en que este crecimiento, adoptado por muchas ciudades en América Latina, es excesivamente costoso e ineficiente, lo que ha llevado a priorizar la densificación urbana.
El objetivo es mejorar la accesibilidad de la población a servicios, equipamientos y centros de trabajo, reducir la necesidad de viajar y maximizar la eficiencia en el uso de los recursos. Sin embargo, el patrón de densificación por sustitución ha generado desequilibrios en la dotación de equipamientos urbanos, en la infraestructura, la disminución de espacios libres y el aumento de la contaminación ambiental.
Buenos Aires enfrenta una problemática típica: un debate entre distintas formas de habitar, sostenidas por sus vecinos, y la visión de los técnicos que, si bien apoyan la calidad de vida urbana, reconocen los beneficios de la densificación. El modelo de densificación elegido es crucial para fomentar el equilibrio territorial y el desarrollo de la ciudad. Este modelo podría promover la concentración espacial de población, actividades y servicios; la dispersión territorial; o la distribución en nodos de diferentes magnitudes, apuntando hacia un modelo policéntrico y jerarquizado, basado en núcleos compactos con servicios de demanda diaria, semanal y esporádica.
La reutilización del territorio ya construido a través de la densificación es una intervención urbana eficaz en zonas específicas. El concepto de "Ciudades dentro de la Ciudad" promueve un fuerte proceso de densificación en torno a subcentros de empleo múltiple, disminuyendo así los desplazamientos y los costos de movilización.
En las áreas residenciales de estratos medios y altos, la vivienda unifamiliar ha sido reemplazada por edificios de alta densidad cada vez más pequeños, mientras que los estratos bajos, al no acceder al mercado formal de vivienda, se asientan en las periferias más lejanas, en loteos informales o mediante el crecimiento progresivo de viviendas.
El área central, anteriormente dominada por el sector terciario, ha perdido atractivo en los últimos años debido a cambios tecnológicos, su conversión en foco de descontento social y el impacto de la pandemia.
La solución a estos problemas podría estar en un enfoque renovado del olvidado Plan General, complementado con otras formas de operación urbana que permitan reducir costos, como las transferencias de derechos de construcción o la contribución por plusvalía. Estos instrumentos no solo facilitarían la labor de planeamiento, sino que harían sus decisiones más transparentes y equitativas, al permitir una distribución adecuada de cargas y beneficios.
Actualización del Plan Urbano Ambiental como marco en el que se Inscribe el CUR
La modificación del Plan Urbano Ambiental (PUA) es esencial para enmarcar el Código Urbanístico de Buenos Aires (CUR), aunque enfrenta desafíos por no haber sido sancionada con fuerza de ley. La propuesta de actualización fue trabajada en colaboración con el Consejo del Plan Urbano Ambiental (CAPUAM) y otras validaciones internas al GCBA y con otras organizaciones como el COPE. Sin embargo, la falta de actualización del PUA implica que el CUR operará en un contexto desfasado ante la visión y necesidades de la ciudad actual. La modificación del CUR incluye en los Principios de la planificación urbana y ambiental (1.2.1.), la incorporación de dos nuevos principios que complementan y amplían los vigentes: Los principios de "Desarrollo Urbano Equitativo" y "Morfología Urbana Sostenible", que buscan alinearse con los objetivos del PUA. A pesar de eso, persisten diferencias que resaltan la necesidad de fortalecer la coherencia normativa entre ambos instrumentos (PUA y CUR) para una planificación urbana más inclusiva, sostenible y avanzada.
Integrar la densidad y la capacidad de la infraestructura a la planificación del crecimiento urbano
Para integrar de manera efectiva la densidad y la capacidad de infraestructura a la planificación del crecimiento urbano, se propuso estudiar y definir la densidad deseada, así como obtener datos detallados sobre la capacidad y distribución de los servicios de infraestructura. Esto permitiría determinar con precisión las posibilidades de crecimiento constructivo. A pesar de que se realizaron estudios y análisis preliminares, no se han conseguido los datos necesarios sobre la capacidad de infraestructura, y la integración de esta información en el Código Urbanístico (CUR) no ha avanzado.
Subdivisión parcelaria
La reciente modificación en la subdivisión parcelaria (4.2.3) y en la constructividad también plantea inquietudes. La posibilidad de duplicar la edificabilidad mediante la subdivisión parcelaria podría incentivar la venta de terrenos con nueva edificabilidad, lo que podría resultar en un aumento de la construcción en entornos de edificaciones de perímetro libre. Esta situación puede afectar la coherencia morfológica y complicar la aplicación uniforme de las regulaciones urbanísticas, dificultando el mantenimiento de una escala barrial adecuada y una morfología urbana controlada.
Deslinde morfológico en áreas especiales individualizadas
La propuesta sobre permitir la asimilación de norma de las parcelas frentistas a calles o avenidas cuyo eje sea deslinde entre zonas o subzonas de áreas especiales individualizadas, quedando a criterio del organismo competente en materia de interpretación urbanística, genera preocupación sobre el control del desarrollo morfológico en estas áreas.
Actualmente, el deslinde permite asimilar solo usos entre diferentes áreas, lo cúal resulta lógico ya que un mismo eje es razonable que cuente con los mismos usos permitidos en ambos lados. El deslinde morfológico propuesto permite asimilar alturas y constructibilidad que podrían no estar acorde a las características individuales y particulares de cada zona.
Perfiles Edificables Definidos
En el proceso de modificación del Código Urbanístico, surgieron diferencias en la interpretación y aplicación de algunas normativas, en particular sobre los límites de altura y los retiros de los perfiles edificables (6.3). Se acordó en esta instancia no materializar el retiro sobre altura máxima en USAB2, reemplazandolo por un plano límite, permitiendo que las construcciones se desarrollen hasta dicho plano desde la Línea Oficial (L.O.); por otro lado, la posibilidad de materializar retiros de frente en aquellos USAB con antecedente de CPU de distrito con retiro exigible, y la incorporación de ajustes específicos en las USAB como la prohibición de voladizos (balcones) por delante de la L.O.. En conjunto con estas decisiones se estableció una nueva categoría de USAB quedando así el USAB0 (9m.), USAB1 (12m.) y USAB2 (14,60m.).
No obstante, hubo propuestas, como la interpretación de la altura de aplicación del Artículo 10.4, que fueron incorporadas sin un consenso claro, generando ambigüedades en su aplicación. Aunque la normativa actual busca ofrecer flexibilidad, la falta de un acuerdo unánime en ciertos aspectos ha generado preocupaciones sobre la uniformidad y claridad en la implementación de las regulaciones urbanísticas.
Preservación de Áreas Residenciales y Crecimiento Urbano
En la modificación del Código Urbanístico (CUR), se incorporaron medidas para preservar áreas de baja escala residencial y respetar la morfología barrial existente. Teniendo como objetivo la preservación de la identidad barrial, se propuso la reformulación de la morfología de las unidades de sustentabilidad de baja densidad, así como la modificación del USAB1 existente a una nueva tipología denominada USAB0, y la creación de una nueva tipología USAB1 con una altura de 12 metros (6.2.7). De acuerdo a una propuesta de ajuste orientada al equilibrio de la ciudad, el barrio y la manzana, se adoptaron criterios generales y particulares (sustentabilidad, identidad, matriz de transporte, completamiento de tejido, incremento del espacio urbano, preservación del patrimonio, etc.), así como variables e indicadores que permitieron orientar la afectación de las áreas a las distintas Unidad de Sustentabilidad, volcadas en las Planchetas de Edificabilidad y Usos. A pesar de la inclusión del USAB0 en los sectores barriales residenciales de mayor conflictividad vecinal, las propuestas de reducción de altura de algunos corredores altos y medios no fueron considerados, prevaleciendo la lógica del desarrollo lineal. La intención es mantener la escala actual en lugar de aumentar las alturas como proponía el CUR original.
En cuanto a los cambios en USAB (6), la reducción del sobre recorrido de ascensores y accesos a pileta en el plano límite es una medida implementada que colabora en restringir el aumento de altura. Además, las modificaciones en las extensiones de espacio libre (6.4.2.3), particularmente la inclusión de troneras en las USAB, si bien se está de acuerdo en liberar el suelo, la materialización de las troneras en general y especialmente en las USAB es cuestionada debido a que no mejora la morfología existente y podría resolverse de manera diferente en las áreas con menor altura.
Para el crecimiento urbano, la normativa de grandes parcelas (10.4) fue inicialmente limitada a áreas con clasificación USAM y no extendida a USAB. Sin embargo, permite la construcción de torres en
áreas USAB mediante el englobamiento de parcelas, lo que facilita la redistribución morfológica y la posibilidad de alcanzar la altura del edificio más alto de la manzana o del de la parcela de enfrente. Además tienen la posibilidad de ser parcelas receptoras de m2 de CCA (10.1). Esta normativa podría transformar significativamente la morfología barrial, generando una posible alteración a la baja escala residencial en casos donde el espacio urbano no sea suficiente para garantizar el adecuado asoleamiento. Si bien la reglamentación de CCA definirá los tiempos de construcción, consideramos un riesgo la posibilidad de aumentar los Inmuebles Urbanos Desactivados o “Esqueletos” en la zona sur de la ciudad, especialmente si no se garantiza la simultaneidad de trámites, inicio y fin de obras entre las parcelas receptoras y las parcelas emisoras, lo que podría contradecir los esfuerzos de desarrollo urbano del sur. En el caso del Microcentro (3.14.3) y la aplicación de CCA en el área central, si bien se habilita la recepción de más m2 y altura, esta se limita a 2 pisos para evitar nuevas torres, y en todo caso las reformas deben pasar por la evaluación patrimonial en el caso de normativa APH.
La normativa actual sobre corredores y parcelas receptoras, limitada a los que figuran en el plano del Anexo II, requiere una planificación más estratégica. Se sugiere evitar la priorización simultánea de todos los corredores, y en su lugar, desarrollar un plan que permita una implementación escalonada y controlada para minimizar el impacto en la morfología barrial.
La posibilidad de redistribuir la edificabilidad (10.4) permitiendo que los desarrollos se ajusten a la altura máxima de los edificios en la manzana. lleva a una mayor flexibilidad en la normativa, que podría impactar en la estructura residencial y en la escala de los barrios. Del mismo modo, la falta de una codificación uniforme en las planchetas (Anexo IV) ha resultado en una variabilidad en las alturas dentro de las manzanas. Inicialmente, se buscaba establecer una altura uniforme para toda la manzana, pero la implementación final permitió diferencias en las alturas entre los frentistas y el resto de la manzana, desviándose de la intención de mantener una morfología uniforme. Además, la propuesta de transformar la morfología del Microcentro (3.14.3) no ha logrado unificar las alturas de las manzanas, y el incremento en los bordes y los corredores ha llevado a una mayor flexibilidad en la normativa, que podría impactar en la estructura residencial y en la escala barrial existente.
La integración de la capacidad constructiva adicional (CCA) y la transferencia de capacidad ha sido acordada para amortiguar el impacto volumétrico, pero la posible implementación de torres genera preocupación para el entorno. La normativa permite la redistribución de la edificabilidad, lo que podría generar una disrupción morfológica, afectando la compactación de la ciudad y la creación de subcentralidades efectivas. La existencia de numerosos corredores en los cuales se permiten mayores alturas al ser USAA o son receptores de CCA (10.1) o se les permite una mayor altura y perímetro libre a las parcelas de +2500 m2 (10.4), podría desviar el objetivo de una ciudad compacta y de un derrame de desarrollo hacia el entorno inmediato fomentando las subcentralidades. Se plantea la integración entre los corredores y su entorno para lograr un desarrollo urbano más equilibrado y compacto.
Reducción de pisada, aumento del pulmón de manzana y suelo absorbente en favor de la sustentabilidad
En el contexto de la reducción de la pisada y el aumento del pulmón de manzana y suelo absorbente (6.4.3.1), se propuso en las zonas USAB 1 y 2 el retranqueo de la Línea de Base Interna (LBI) a la Línea de Fondo Interna (LFI), con el objetivo de incrementar el área destinada a pulmones urbanos y facilitar una mayor integración de áreas verdes en el tejido urbano. En grandes parcelas, se propuso la transferencia de capacidad constructiva adicional (CCA) (10.1) para aumentar la apertura y la aireación en la planta baja, retirando el perímetro libre. Sin embargo, la reducción de las dimensiones de los patios verticales (6.4.4.4.1), no responde adecuadamente a la necesidad de aumentar el espacio libre urbano. Del mismo modo, las modificaciones para las parcelas de más de 2.500 m2 (10.4) desde una baja altura (USAB2), pone en riesgo el pulmón de manzana y la superficie absorbente, especialmente al permitirse la construcción de subsuelo hasta la LIB y la posibilidad con previa autorización de CAPUAM de ocupar con estacionamiento el centro libre de manzana.
Además, se propuso reglamentar la creación de Consorcios Urbanísticos con el fin, por ejemplo, de implementar pulmones de manzana públicos, promoviendo una mayor cohesión ambiental. Sin embargo, la implementación de esta medida no se concretó en normativa específica, y aunque la creación de consorcios está permitida (Título 10), la falta de regulaciones y mecanismos catastrales adecuados, como reglamentos de copropiedad y normas para la subdivisión en propiedad horizontal, limita su gestión efectiva. Esto subraya la necesidad de desarrollar una regulación más detallada, cómo se impulsó previamente en el Protocolo de Convenios Urbanísticos, para facilitar la implementación de consorcios y la gestión de los espacios propuestos.
Persisten desafíos en la implementación de soluciones sostenibles, como la necesidad de aumentar el suelo absorbente en construcciones existentes o compensar la costosa excavación para estacionamiento en áreas inundables de la zona sur y La Boca, permitiendo compensar con dos niveles adicionales el uso de dos primeros niveles con estacionamiento. (3.14.8.1 o 6.4.5). Propuestas adicionales debieran incluir el aumento de la superficie vegetal y la eficiencia energética, y un tratamiento diferenciado de los corredores con riesgo hídrico, considerando que la CCA (10.1) permitirá una construcción adicional en corredores como Juan B. Justo.
Proteger el Patrimonio Arquitectónico y Urbano
Para la protección del patrimonio arquitectónico y urbano, se propone incorporar los inmuebles del catálogo preventivo al "Catálogo de Inmuebles Protegidos", asegurando su inclusión en el listado de inmuebles catalogados del Anexo I. Esta acción ha permitido la inclusión de 4200 inmuebles del catálogo preventivo al definitivo, reforzando la protección del patrimonio urbano. Además, se plantea la modificación del instrumento ECCT a CCA (Capacidad Constructiva Adicional) (10.1) con un cuadro que detalle los valores y criterios de protección de cada inmueble, ofreciendo así una guía clara y detallada para la preservación arquitectónica. Cabe destacar que las reformas por CCA en el microcentro deben pasar el filtro de Áreas de Protección Histórica (APH), garantizando que cualquier modificación respete los criterios de preservación del patrimonio.
Integrar las Modificaciones Urbanas Particulares a la Ley, Unificando y Clarificando la Información
Para integrar las modificaciones urbanas particulares a la ley, unificando y clarificando la información, se propone la incorporación de los convenios urbanísticos a las planchetas y la inclusión de los distritos económicos. Esta estrategia busca asegurar que las modificaciones urbanas sean claramente reflejadas y accesibles. Se ha logrado avanzar en la reglamentación mediante un protocolo de convenios y los inmuebles que fueron objeto de convenios urbanísticos están señalizados en las planchetas correspondientes. Sin embargo, los distritos económicos aún no han sido incorporados, ya que la definición de los polígonos territoriales sigue siendo una competencia más económica que urbana.
Tratamiento conjunto de la Plusvalía y el Código Urbanístico, fomentando la diversidad de propuestas arquitectónicas
En la búsqueda de una ciudad más equilibrada, se propuso tratar de manera conjunta la ley de plusvalía y el Código Urbanístico fomentando la diversidad de propuestas arquitectónicas. Se planteó la estrategia de vincular la modificación del código con la plusvalía, asegurando que los aumentos en la capacidad constructiva se consideren como un plusvalor del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA) y no del propietario. Se buscaba modificar el cobro de plusvalía para que se aplique sobre los metros cuadrados efectivamente vendibles en lugar de sobre la carpa constructiva, con el objetivo de incentivar la incorporación de dobles alturas, vacíos y patios, logrando un mayor esponjamiento. No obstante, la modificación de la plusvalía no fue presentada conjuntamente con la modificación del CUR, lo que limitó la implementación de esta estrategia.
Incentivar el Desarrollo Equilibrado de la Zona Sur de la Ciudad y el desarrollo de Subcentralidades
Para incentivar el desarrollo equilibrado de la Ciudad de Buenos Aires y fomentar la creación de subcentralidades, especialmente de la zona sur, se propuso incorporar el polígono del Sur como emisor en la modificación del instrumento de Capacidad Constructiva Adicional (CCA). Se contemplaba inicialmente la inclusión de los polígonos del plan de Subcentralidades dentro del CCA, con el objetivo de promover una visión de desarrollo que prioriza sectores específicos de la ciudad en lugar de corredores aislados. A pesar de estos planes, la implementación enfrentó varios desafíos. El aumento de la construcción en el sur podría intensificar las problemáticas habitacionales de La Boca. No obstante, se logró incorporar el sur al CCA enfocando el desarrollo en áreas clave, como La Boca y Lugano, junto con corredores específicos, vinculados a los portales de Av. General Paz (Constituyentes, San Martín, Balbín). Sin embargo, la estrategia se vio parcialmente diluida, al no incorporarse todas las subcentralidades propuestas y los portales CABA-AMBA, y aumentando la cantidad de corredores de manera dispersa y no integrada. Se propone incorporar el polígono de Constitución como emisor, siendo además de un sector que necesita una planificación integral, el único de los barrios en el que los vecinos presentaron un proyecto de ley para incentivar el desarrollo.
Desarrollar los Planes de Comunas
Para abordar las necesidades y oportunidades específicas de cada comuna, se desarrollaron 15 planos de relevamiento durante el proceso de modificación del PUA. Estos planes estaban destinados a ser un instrumento clave en el Código Urbanístico (CUR), como se especifica en el Artículo 10.6, el cual establece que el Plan de Comunas debe ser desarrollado en conjunto con la participación de las comunas y en congruencia con los planes de las demás comunas y los lineamientos del Plan Urbano Ambiental. Sin embargo, esta modificación no fue sancionada y, como resultado, no se avanzó en el desarrollo integral de los planes de comunas para su inclusión efectiva en el CUR.
Tratamiento de los límites de la Ciudad, promoviendo su integración con el Río de la Plata, Riachuelo y Av. General Paz
La estrategia para el Borde Costero incluía la legislación del masterplan desarrollado, formalizándolo como Plan de Sector en el 10.2 y adaptándolo a la normativa para servir de marco a diversos planes y proyectos en la zona, en consonancia con la Ley de Costas. Aunque el masterplan fue elaborado y se realizaron estudios preliminares y proyectos, aún no ha sido formalizado ni legislado oficialmente. La formalización está pendiente, y se están evaluando nuevas directrices para el área. Además, la situación de Costa Salguero (U14) ha experimentado retrocesos en lo propuesto para una urbanización de usos mixtos, con la eliminación del uso residencial en los planes actuales, lo que podría influir en la planificación general del borde costero y en su relación con el Río de la Plata. En particular, en el U14-Sector 5 se suprimió el carácter residencial y la vivienda como uso, y en el plano de Atlas correspondiente se eliminó el amanzanamiento.
En cuanto a la Av. General Paz y el Riachuelo, aunque no aparece el desarrollo de artículos específicos que lo aborden en el CUR, se tomaron algunos portales CABA-AMBA como pórticos de CCA (10.1), con corredores receptores que salen de General Paz (Constituyentes, San Martín, Balbín), y con esto estamos de acuerdo al incentivar el desarrollo de esas subcentralidades. Sin embargo, consideramos que podría incorporarse un Plan de Sector de Av. General Paz (10.2) para orientar el desarrollo de esas subcentralidades, al igual que el Plan de Subcentralidades. En el Autódromo (EE14), que limita con la General Paz en el sur de la ciudad, se incentiva la generación de un polo mixto por la transformación de usos de este equipamiento especial.
Tratar las autopistas y bajo autopistas logrando la integración urbana
Para mejorar la integración urbana de las autopistas y los espacios bajo autopistas, se propuso la eliminación de la autopista 9 de Julio Sur. Sin embargo, no se avanzó en esta propuesta, y no se realizaron cambios significativos en las Áreas de Renovación Urbana linderas a Autopistas (RUA) ni en los usos correspondientes. La estrategia para transformar estos espacios y mejorar la integración urbana continúa pendiente de desarrollo y ejecución. La idea de remover la autopista para construir un bulevard sigue siendo objeto de discusión, sin avances concretos hasta la fecha.
Aumentar el campo de vivienda y el acceso a la misma
Para fomentar el desarrollo de usos mixtos, entre los cuales está el aumentar el campo de vivienda y mejorar el acceso a la misma, se planteó el tratamiento de los IUD (Inmuebles Urbanos Desactivados o Esqueletos Urbanos) mediante un proyecto de ley destinado a finalizar las obras iniciadas, con el objetivo de incrementar las unidades de vivienda disponibles. Sin embargo, esta propuesta no se legisló ni se incluyó en el Código Urbanístico (CUR). Adicionalmente, la propuesta del instrumento de Capacidad Constructiva Adicional (CCA) (10.1) ha sido diseñada para fomentar el aumento de viviendas en la zona sur, favoreciendo con mayor beneficio de transferencia el uso residencial sobre el uso de oficinas. Esta estrategia busca incentivar la construcción de viviendas y abordar las necesidades habitacionales de la ciudad.
Además, se otorgó uso residencial a las áreas U56 (Villa Olímpica) y U58 (Autódromo), lo que permitirá que se urbanice el borde de estas zonas. En cuanto a los barrios Tellier–Liniers, Nazca, Varela–Bonorino, Emilio Mitre y Segurola (U3), se les otorgó una normativa específica acordada con COPUA, en lugar de la falta de normativa clara que existía anteriormente. Esta normativa se agregó al CUR, promoviendo el desarrollo de estas áreas, lo cual incentiva la residencialización y mixtura de usos.
Promover la mixtura de usos en equipamientos especiales, urbanizaciones y su entorno
Para promover la mixtura de usos en equipamientos especiales y sus entornos, se realizaron varias modificaciones importantes. El Parque de la Ciudad, que anteriormente estaba clasificado como Urbanización Parque (UP) (7.2.4), ha sido reubicado como Equipamiento Especial (EE), permitiendo así la inclusión de usos complementarios para apoyar el espacio verde. Sin embargo, se ha planteado que estos usos complementarios no deben cercar el parque, manteniendo su accesibilidad y apertura al público. En cuanto al Parque Roca (1.6.14), se ha autorizado su uso para la concesión de un estadio, una medida con la que estamos de acuerdo por su poder de atracción hacia el sur y el derrame de actividades económicas que esto pueda generar en el sector. Sin embargo, la propuesta para el uso de cárceles transitorias en el Parque Roca (1.6.115), destinada a alojar detenidos de la comisaría, va en contra del desarrollo del sur y el entorno del Riachuelo. Esto contradice la intención de vincular el desarrollo del sur con el entorno del Riachuelo de manera armónica y funcional.
Por otro lado, el Hipódromo (UP-APH2) ha adquirido un mayor Factor de Ocupación del Suelo (FOS), permitiendo la incorporación de usos complementarios a la actividad principal. Aunque se suprimió la prohibición de nueva ocupación de suelo con estos usos, el problema radica en la falta de referencia a parámetros de edificabilidad, lo cual genera preocupaciones sobre el control del desarrollo en esta área. Además, se han realizado ajustes en la normativa para permitir usos complementarios y flexibilizar la función multifuncional de los edificios, como clubes (7.2.10.3) y galerías comerciales (7.2.10.7), aunque los cambios en los parámetros de escala de edificios consolidados no presentan observaciones relevantes de nuestra parte.
Reducir la discrecionalidad en la toma de decisiones de la Planificación Urbana
La planificación urbana es fundamental para el desarrollo ordenado y sostenible de nuestras ciudades. Sin embargo, uno de los mayores desafíos en este proceso es la discrecionalidad en la toma de decisiones. Es necesario permitir una flexibilidad necesaria para adaptarse a situaciones específicas y complejas que plantea la ciudad, pero es importante acotarlas y establecer parámetros claros ya que puede tener efectos negativos significativos que afectan tanto a la equidad como a la transparencia.
Se propone reducir al mínimo la interpretación de la normativa. La falta de criterios claros y objetivos puede abrir la puerta a prácticas poco transparentes y no deseadas, dónde decisiones importantes se toman en función de parámetros poco claros y subjetivos en lugar de basarse en necesidades reales.
Aumentar la Participación Ciudadana
Para aumentar la participación ciudadana, se han impulsado reuniones con vecinos organizadas por la Secretaría. Estas reuniones han incluido la participación de vecinos de distintos barrios, así como representantes de instituciones profesionales y cámaras y asociaciones empresarias (SECDU-DGANU). Se llevó a cabo un relevamiento de las problemáticas del código actual. Aunque se realizaron algunas reuniones y recorridas, estas carecieron de una agenda y dinámica claras, lo que resultó en una falta de resultados e impacto significativo. Además, las reuniones no han sido vinculantes, lo que ha generado inconformidad tanto en la ciudadanía como en las áreas involucradas. Los vecinos reclaman la preservación de la escala residencial y el freno a la renovación urbana. Sin embargo, se han analizado los proyectos de ley presentados por los vecinos.
Seguimiento en futuras modificaciones
Para asegurar una base sólida en futuras modificaciones del Código Urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires (CUR) dentro del ámbito de competencia de la Dirección General de Planeamiento Urbano (DGPLUR), es esencial implementar una estructura organizada y detallada de seguimiento y registro. Se debe crear una base de datos que incluya un registro de las propuestas gestionadas, especificando su origen (ciudadanos, técnicos, desarrolladores), fecha de presentación y estado actual (aprobada, en revisión, rechazada). Esta base debe contener un análisis crítico de propuestas, evaluando sus ventajas y desventajas, impacto y viabilidad. Asimismo, es importante desarrollar una cronología de modificaciones con las aprobaciones, fechas clave y actores involucrados en el proceso. El control de cambios de los artículos modificados, razones para el cambio y el impacto previsto. Además, es fundamental registrar las reuniones y consultas realizadas (participantes, puntos discutidos y conclusiones). Este enfoque transparente permitirá una gestión más eficiente y efectiva de las futuras actualizaciones del CUR dentro del ámbito de competencia de la DGPLUR.
Conclusiones y Recomendaciones
Este documento proporciona una base para el análisis y seguimiento de las modificaciones del CUR, asegurando que las decisiones tomadas sean transparentes, participativas y orientadas al desarrollo sostenible y equitativo de la Ciudad de Buenos Aires.
La crisis de la vivienda: situación a nivel nacional y en la Ciudad de Buenos Aires
Desfinanciamiento del Fondo de Integración Socio Urbana FISU