Blanqueo de capitales

Introducción 

Junto con la Ley Bases el gobierno envió un paquete de medidas fiscales al Congreso, entre las cuales se encuentra un proyecto de blanqueo de capitales dirigido a aquellos contribuyentes que no tienen sus activos declarados en el país. Este sería el tercer proyecto de blanqueo de capitales en ocho años. 

Con esta propuesta existen dos cuestiones a analizar. Por un lado, existe un planteo que podría llamarse “ético” respecto de los blanqueos, dado que no se trata con la misma vara a quienes han cumplido con la norma en tiempo y forma respecto de quienes tienen irregularidades en su cumplimiento tributario. Por otro lado, de qué manera el blanqueo que plantea el gobierno puede tener un efecto positivo en la recaudación y cuánto se pretende movilizar a causa del mismo.

Principales puntos y consecuencias a futuro 

La propuesta establece que las personas que blanqueen hasta US $100 mil no tendrán que pagar penalización por los bienes no declarados. Por su parte, quienes superen la cifra deberán pagar una alícuota del 5, 10 o 15% sobre el excedente declarado, dependiendo de la etapa en que hagan el blanqueo. Al revisar la propuesta, una diferencia entre el blanqueo propuesto por La Libertad Avanza y proyectos anteriores es que en esta oportunidad tanto activos en el exterior como nacionales tendrán el mismo trato. Aquellos activos que en conjunto no superen US $100.000 podrán ser exteriorizados sin abonar el impuesto especial. A su vez, el impuesto deberá ser abonado en dólares. Esta es la primera vez que se toma esta medida para un blanqueo, que siempre se abonó en pesos argentinos. El régimen estaría vigente con un plazo hasta el 30 de abril del 2025, con la posibilidad de prórroga hasta el 31 de julio del 2025. Luego de un extenso debate en ambas cámaras del Congreso, la cuestión del blanqueo no sufrió cambios trascendentales de la propuesta original.

Esta no es la primera vez que se presenta la idea de blanqueo de capitales desde el Poder Ejecutivo, y es importante tener en cuenta lecciones aprendidas del pasado para evaluar qué impacto puede tener esta medida, así como un planteo serio respecto de qué volumen se espera recaudar y qué sucede con aquellos contribuyentes que sí han estado cumpliendo en tiempo y forma con sus impuestos. La última propuesta de blanqueo se presentó durante el gobierno de Mauricio Macri con la ley de sinceramiento fiscal, en la cual se perdonaban, al igual que en este proyecto, las deudas impositivas de los contribuyentes, pero con el incentivo de reducir gradualmente el impuesto a bienes personales. Si bien ese era el espíritu de la ley, luego aquellos que adhirieron en 2017 debieron pagar más de lo anticipado. Teniendo en cuenta esto último, y las opiniones de la población en base a experiencias pasadas, no hay una estimación clara de cuántas personas entrarían a este nuevo blanqueo.

Ahora bien, hoy nos encontramos en un contexto diferente, en el cual no se acompaña a la propuesta del ejecutivo con un planteo serio del volumen de recaudación esperado, así como tampoco se prevé un trato diferenciado para aquellos que han cumplido con sus obligaciones impositivas. Al contrario, es extremadamente permisivo y abierto con quienes no hayan cumplido en los últimos años. ¿Cuáles son los peligros de este tipo de políticas? Este marco tan laxo tampoco no pide ninguna especificación respecto del origen de los fondos que los sujetos buscan ingresar al blanqueo, así como tampoco establece restricciones para ingresar al régimen. Se trata de un blanqueo de activos, similar a las propuestas de años anteriores. La propuesta que se debatió permitiría ingresar, por ejemplo, sujetos no residentes en Argentina, familiares de empleados públicos, empresas integradas por funcionarios del Estado, sujetos que ya hayan ingresado a blanqueos en el pasado, entre otros. Del lado de los activos a declarar, se abre una puerta a que ingresen capitales vinculados a actividades ilícitas como narcotráfico y crimen organizado, pero también dinero vinculado a la corrupción. Del lado de los sujetos, se permite el ingreso de incumplidores seriales, sin incluir un mecanismo de “reparación” a aquellos contribuyentes que hayan cumplido con sus obligaciones impositivas. 

Alternativas y puntos a discutir

Durante el debate se presentaron varias alternativas que luego fueron desestimadas en la votación, que buscaban menguar los peligros de un blanqueo de capitales con tal nivel de permisibilidad. Aceptando que se lleve a cabo un régimen de regularización ¿qué aspectos debemos tener en cuenta antes de su reglamentación? Estos son algunos de los puntos que buscaron incluirse en el Dictamen de Minoría elaborado desde el equipo de expertos de Evolución:

• Regímenes anteriores: entre los puntos que deberían contemplarse se encuentran, como ya se mencionó anteriormente, que se trata del tercer blanqueo en 8 años, sin incluir ninguna especificación respecto de aquellos sujetos que ya hayan ingresado a regímenes de regularización anteriores. En este sentido, se incluye un apartado que evita que cualquier sujeto que haya entrado a otro régimen de regularización en los últimos 10 años pueda ser beneficiado por este blanqueo ni por otros a futuro.

• Restricciones de ingreso al blanqueo: el proyecto que llegó al Senado permite que ingresen a este régimen aquellos que estén procesados por lavado de dinero, sujetos no residentes que tengan bienes en Argentina y testaferros. Dado que resulta injustificado que dichas personas puedan gozar de estos beneficios, en la propuesta presentada se excluyen a estos sujetos. A su vez, en el dictamen de minoría presentado no se permite que ingresen al blanqueo hermanos de funcionarios públicos, empresas que integren funcionarios públicos, contratistas y proveedores del estado, y administradores de planes sociales, o beneficiarios de los mismos (salvo la asistencia de emergencia en tiempos del COVID).

• Tasas: el paquete de medidas fiscales establece que las personas que blanqueen hasta US $100 mil no tendrán que pagar penalización por los bienes no declarados. La alternativa establece una tasa del 0% para quienes blanqueen hasta US $50 mil, un incremento de la tasa para aquellos que blanqueen entre US $50 mil y US $200 mil, y a partir de ahí ir incrementando la tasa. 

• Blanqueo fiscal: la propuesta presentada por el ejecutivo es un blanqueo de activos, similar a otras iniciativas de gestiones anteriores. El dictamen alternativo se trata de un “blanqueo fiscal”. Esto implica que los contribuyentes deberán acreditar el origen de los bienes a regularizar y la proporcionalidad entre su monto y las actividades lícitas desarrolladas.

Con la reglamentación del paquete de medidas fiscales todavía pendiente, resta por verse cómo se implementará efectivamente la medida del blanqueo. Hoy por hoy surgen incógnitas sobre quiénes van a adherir al régimen, cómo impactará esto a futuro en el incumplimiento tributario, y qué volumen se espera que ingrese al sistema.