Ciencia y Tecnología: un pilar del del desarrollo nacional en peligro
Introducción
Dentro de los aspectos que recibieron polémica dentro de la Ley Bases del Ejecutivo se encuentran los riesgos que esta puede representar para el sistema nacional de ciencia y tecnología. Como es sabido, el primer capítulo de la ley “reorganización administrativa” le otorga amplias facultades delegativas al Poder Ejecutivo, e incluye la declaración de emergencia en las áreas de declaración de emergencia administrativa y delegación de facultades legislativas en materia de administración en el Título II dedicado a la “Reforma del Estado”.
Esta sección de la Ley suscitó críticas de amplios sectores de la administración nacional, dado que se le otorgaba al Poder Ejecutivo la facultad de modificar o eliminar competencias de organismos, así como también eliminar directamente organismos de la administración central. Como se encuentra redactado en la media sanción de la Cámara de Diputados, solamente quedarían excluidos de la posibilidad de disolución algunos organismos expresamente mencionados en el proyecto (v.g. CONICET, CONAE, CNEA e INTA). A su vez, el proyecto excluye expresamente a las universidades nacionales. Debemos analizar qué impactos entonces puede haber en el mediano plazo en el Sistema Nacional de CyT, así como también evaluar qué otros aspectos del entramado nacional pueden verse afectados por esta normativa. Finalmente, proponemos una mirada alternativa al apartado de Ciencia y Tecnología, enfocado en la protección de los recursos del Estado que funcionan en pos del desarrollo productivo y económico del país.
El Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y su relevancia actual
La Ley 25.467 (2001) creó el sistema nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación integrado por:
“...los órganos políticos de asesoramiento, planificación, articulación, ejecución y evaluación establecidos por la presente ley; por las universidades, el conjunto de los demás organismos, entidades e instituciones del sector público nacional, provincial, municipal y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del sector privado que adhieren a esta norma, que realicen actividades sustantivas vinculadas al desarrollo científico, tecnológico, innovador, de vinculación, financiamiento, formación y perfeccionamiento de recursos humanos, así como sus políticas activas, estrategias y acciones.” (art. 4).
A su vez, establece los objetivos de la política científica y tecnológica nacional, entre los cuales se encuentran:
“Impulsar, fomentar y consolidar la generación y aprovechamiento social de los conocimientos; … Contribuir al bienestar social, mejorando la calidad de la educación, la salud, la vivienda, las comunicaciones y los transportes;...Desarrollar y fortalecer la capacidad tecnológica y competitiva del sistema productivo de bienes y servicios y, en particular, de las pequeñas y medianas empresas;...”, etc. (art. 2).
Hoy este sistema está integrado por numerosos organismos, entre ellos el CONICET, INTA, CONAE, entre otros. Argentina alrededor del 0,30-0,35% del PBI en Ciencia y Tecnología (un porcentaje ya considerablemente bajo en comparación con el resto del mundo y con la región, tomando por ejemplo las inversiones realizadas por Brasil 1,21%, Chile 0,34% y Uruguay 0,48%). La inversión nacional en esta área ha ido fluctuando a través de los años, observando un aumento durante el gobierno de Alberto Fernandez, pasando de representar 0,23% en 2019 (la inversión más baja desde 2006) a 0,34% del PBI, es decir 1,35% en relación al presupuesto total. Por otro lado, es importante destacar que al momento de ejecutar dicho presupuesto, 39,1% del total es ejecutado por el sector privado.
Los riesgos de la Ley Bases
Numerosos estudios remarcan que la inversión en ciencia y tecnología es condición necesaria para el desarrollo de un país, así como para mejorar la calidad y bienestar de la población. A modo de ejemplo, Estados Unidos invierte un 3,46% de su PBI en ciencia, Alemania un 3,14% y Corea del Sur un 4,93%. En este sentido, Argentina ha sido pionera en el desarrollo de investigaciones en diversos ámbitos y la creación de un sistema de universidades nacionales de calidad a lo largo de todo el país, con un presupuesto notablemente inferior al presentado en otros países.
Autorizar al Estado a eliminar o modificar las competencias de los organismos nacionales desjerarquiza la ciencia y la innovación como parte de los objetivos de gobierno. Considerando que el Presidente Javier Milei ya se ha manifestado públicamente respecto de los organismos estatales, y ya ha intervenido en algunos (por mencionar el INCAA, INADI, etc.) es de esperarse fuertes cambios en la forma en que se estructura la creación de conocimiento en el país. No podemos salir de la coyuntura económica en la cual nos encontramos si no mantenemos aquellas instituciones que funcionan para el mantenimiento del desarrollo nacional.
La ley ya atravesó un exhaustivo debate en ambas Cámaras legislativas, con mínimos cambios a la delegación de facultades al Ejecutivo. En el dictamen aprobado por el Senado, en la sección de organismos excluidos de esta normativa se incluyen algunos que antes no estaban previstos, sin embargo, las amplísimas facultades otorgadas al Ejecutivo para modificar o eliminar competencias y funciones, transformar su estructura, fusionarlos, escisionarlos o transferirlos, hacen que, en la práctica, la prohibición quede vacía de contenido. Necesitamos reevaluar cuáles son las prioridades del Estado para mantener aquello que funciona e incluso impulsar aquello que es necesario para promover el desarrollo económico y social del país.
Preservar la ciencia, fortalecer lo que funciona
Para resaltar el debate necesitamos tener en cuenta alternativas al modelo de Estado que quiere impulsar este gobierno. El Dictamen de minoría elaborado por el equipo técnico de evolución se diferencia radicalmente de la propuesta del Ejecutivo, ya que tomamos como premisa una cuestión central: la ciencia y la tecnología son pilares fundamentales en el desarrollo económico y educativo de la Argentina. Así como debemos preservar y fomentar la educación pública y gratuita de calidad, debemos impulsar una estrategia nacional de creación de conocimiento orientada a las necesidades productivas, sociales, etc. de la población. La contribución del sistema nacional de CyT ha permitido que el Estado pueda responder en momentos de grave crisis, como fue hace poco tiempo la pandemia del Covid-19. Comprendemos que el Estado debe reordenar sus gastos, su estructura y funcionamiento, pero para tener un Estado que sirva a las necesidades de la población debemos mantener aquello en lo que nos hemos podido destacar.
De esta forma, la propuesta alternativa que se presentó no declara la emergencia administrativa, económica, financiera y energética. Por lo tanto, desde un principio, el Gobierno Nacional no tiene las facultades delegadas en estos ámbitos. A su vez, para proteger los organismos nacionales de Ciencia y Técnica , se preserva a los organismos de la modificación o supresión de competencias y funciones que implique la disolución o dificulte su funcionamiento normal, Finalmente, se incorpora a la Procuración del Tesoro, la SIGEN y el Banco de Datos Genéticos, entre otros.
Conclusión general
La Ley Bases toca puntos que han estado en discusión hace años sobre cómo se ordena el Estado Nacional. No es la primera vez que se pone en cuestionamiento la relevancia del CONICET y los demás organismos de investigación pública. La preservación de los organismos que constituyen una contribución al desarrollo nacional debe ser una política que oriente a este y todos los gobiernos.
Fuentes consultadas:
CENITAL: Ley bases: por que genera turbulencias en el sistema cientifico tecnologico
https://cenital.com/ley-bases-por-que-genera-turbulencias-en-el-sistema-cientifico-tecnologico/
CEPAL: sistema de ciencia, tecnologia e innovacion argentino en clave federal
CONICET: el rol de la ciencia y tecnología en el desarrollo de un país soberano
CONICET: Ley de Bases: artículos que ponen en riesgo al sistema CyT
https://enys.conicet.gov.ar/ley-de-bases-articulos-que-ponen-en-riesgo-al-sistema-cyt/
Ley 25.467
https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/65000-69999/69045/texact.htm
UNICEN: El valor estratégico de la inversión en Ciencia y Tecnología https://exa.unicen.edu.ar/
Incentivos a las grandes inversiones, (des)incentivos para el desarrollo local
Blanqueo de capitales en el paquete fiscal